Apuntes para la
memoria
Hace tiempo, en la Sierra de Catorce
en San Luis Potosí, un muchacho mostraba orgulloso la foto de su novia. Para
mí era tan sólo la imagen de una muchachita de 15 años, pero para él era la
síntesis del recuerdo, el detonador de la memoria; era ése día en que salieron
de paseo, ése día en que se la dedicó y se la regaló, en resumen; esa fotografía
era su novia en sí misma. Desde entonces pienso que en verdad las fotos nos
roban el alma, de alguna manera una parte de nosotros mismos se queda ahí,
en blanco y negro o en color, para siempre.
La fotografía
tiene el poder de sustraer de la cadena del tiempo un instante que se convierte
en el resumen de nuestra vivencia. Somos incapaces de recordar en secuencia
cinematográfica, la imagen fija es totalmente antinatural y es por eso que
tiene tanto impacto en nuestras vidas.
La fotografía
es para vivirla, para viajar a través de los ojos de quien la vio por vez
primera, para acercarse a un mundo personal, vivencial, producto directo de
la experiencia de aquel que aprieta un disparador y que gracias a la alquimia
de las sales de plata la podemos hacer nuestra, apropiárnosla. La fotografía
es magia, es conservar en dos dimensiones, todas las dimensiones que contiene
la realidad.
Apuntes de viaje >Europa es una
colección de fotografías que fueron seleccionadas en función de su capacidad
de activar los mecanismos de la memoria, de mi memoria, de la memoria de quienes
vivieron los momentos en que se accionó el disparador... Cada una de estas
fotografías tiene tantas lecturas como lectores, en una escala que va de la
indiferencia a la representación misma de lo vivido. Estas fotografías intentan
llevar al espectador a establecer una relación más intima con la imagen, con
el instante; dándole prioridad sobre la fotografía misma.